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¿Qué sucede en tu cuerpo al eliminar por completo el azúcar?
Eliminar por completo el azúcar de la dieta puede parecer una decisión saludable,
especialmente considerando la creciente preocupación por el consumo excesivo de
azúcares añadidos y su relación con enfermedades como la obesidad, la diabetes
tipo 2 y problemas cardiovasculares. Sin embargo, es importante diferenciar entre
los azúcares añadidos en alimentos ultraprocesados y los azúcares naturales o
mínimamente procesados, como los presentes en frutas, vegetales o incluso en el
azúcar de caña en cantidades moderadas.
¿Eliminar el azúcar por completo es tan saludable como parece?
La glucosa, una forma simple de carbohidrato, es la fuente primaria de energía para
el organismo. Su papel es especialmente crítico en órganos como el cerebro, que
consume hasta el 20% de la energía total del cuerpo en reposo, y en los músculos,
que dependen de la glucosa para funcionar correctamente durante la actividad
física.
Cuando ingerimos alimentos que contienen carbohidratos, incluidos los que
contienen azúcares naturales o añadidos, como frutas, lácteos o azúcar de caña,
estos se descomponen en glucosa, que pasa a la sangre y está disponible para ser
utilizada como combustible celular.
Eliminar todo tipo de azúcar de la dieta, tanto los azúcares añadidos como los
naturalmente presentes, obliga al cuerpo a buscar otras vías para obtener energía.
Ante la ausencia de glucosa, el organismo recurre principalmente a dos procesos:
1. Lipólisis: quema de grasas almacenadas para obtener ácidos grasos y
cuerpos cetónicos.
2. Gluconeogénesis: síntesis de glucosa a partir de compuestos no glucídicos,
como aminoácidos provenientes de las proteínas.
Aunque estos mecanismos permiten la supervivencia en ausencia de carbohidratos,
no son procesos energéticamente eficientes ni sostenibles para todas las funciones
corporales. El cerebro, por ejemplo, no puede funcionar de forma óptima solo con
cuerpos cetónicos y necesita un suministro mínimo constante de glucosa.
Rendimiento físico y mental
La glucosa no solo es el combustible preferido del cuerpo humano, sino que es
indispensable para sostener el funcionamiento óptimo de sistemas que requieren un
suministro constante de energía, como el sistema nervioso central y el sistema
muscular. Por esta razón, su ausencia o deficiencia puede afectar directamente el
rendimiento tanto físico como mental, especialmente en personas activas o con
exigencias cognitivas elevadas.
Para deportistas, personas que entrenan regularmente o que realizan esfuerzos
físicos prolongados, la glucosa es esencial por varias razones:
● Fuente rápida de energía: Durante el ejercicio de moderada a alta
intensidad, el cuerpo prioriza la utilización de glucosa y glucógeno (su forma
almacenada en músculos e hígado) porque pueden metabolizarse más
rápidamente que las grasas.
● Prevención de la fatiga: Cuando se agotan las reservas de glucógeno,
aparece la fatiga muscular, lo que limita la duración y la intensidad del
esfuerzo físico.
● Recuperación muscular: Después del ejercicio, la reposición de glucógeno
mediante carbohidratos facilita la recuperación y la síntesis de proteínas
musculares, previniendo el desgaste y favoreciendo el rendimiento en
sesiones posteriores.
Eliminar por completo los azúcares, especialmente los de rápida disponibilidad,
puede dificultar estas funciones, provocando una sensación constante de cansancio,
menor capacidad de respuesta muscular y bajo rendimiento deportivo.
En cuanto a la función mental y cognitiva, el cerebro, a diferencia de otros órganos,
depende casi exclusivamente de la glucosa para cubrir sus necesidades
energéticas. Una disminución en los niveles de glucosa en sangre puede afectar
negativamente:
● La memoria a corto plazo
● La concentración y el enfoque
● La estabilidad emocional y la tolerancia al estrés
● La velocidad de procesamiento de la información
Para estudiantes, profesionales o personas que enfrentan jornadas intelectualmente
demandantes, una dieta extremadamente baja en carbohidratos puede traducirse en
una “neblina mental” o fatiga cognitiva, afectando su rendimiento diario.
¿Qué tipo de azúcar es recomendable?
Si bien el exceso de azúcares añadidos refinados sí representa un riesgo para la
salud, no se debe caer en la idea de que todos los tipos de azúcar son dañinos por
igual. Los carbohidratos naturalmente presentes en alimentos como frutas,
vegetales, cereales integrales, legumbres y lácteos ofrecen energía acompañada de
fibra, vitaminas y minerales.
Además, pequeñas cantidades de azúcar de caña, en su forma más natural y
moderadamente procesada, pueden integrarse de manera estratégica en la dieta de
personas con alta demanda física o cognitiva, ya que se absorben rápidamente y
pueden proporcionar una fuente de energía inmediata sin recurrir a edulcorantes
artificiales o productos ultraprocesados.
Este tipo de azúcar, usado con moderación y de forma estratégica, puede ser
especialmente útil en contextos donde se necesita energía inmediata, como:
● En deportistas antes, durante o después del ejercicio
● En personas con exigencias mentales prolongadas (estudiantes, médicos,
profesores, etc.)
● Como parte de recetas caseras, donde se tiene control sobre la cantidad y
calidad de los ingredientes
Conclusión
Eliminar por completo el azúcar de la dieta puede parecer una medida saludable a
primera vista, pero un análisis más profundo revela que esta decisión debe
matizarse. La glucosa es una fuente vital de energía, especialmente para el cerebro
y los músculos, y su ausencia puede comprometer funciones físicas y mentales
esenciales, desde el rendimiento deportivo hasta la concentración y la estabilidad
emocional.
Si bien es cierto que el consumo excesivo de azúcares añadidos, sobre todo en
productos ultraprocesados, representa un riesgo claro para la salud, no todos los
azúcares son iguales ni deben ser tratados como tales. Los azúcares naturalmente
presentes en alimentos integrales, y en cantidades moderadas de azúcar de caña,
pueden formar parte de una dieta equilibrada, especialmente en personas con alta
demanda energética.
La clave, no está en la eliminación total, sino en el consumo consciente, moderado y
contextualizado del azúcar. Adoptar una postura informada y flexible permitirá
aprovechar los beneficios energéticos de los carbohidratos sin incurrir en los riesgos
del exceso ni en los efectos secundarios de la restricción extrema.
Bibliografía
Healthline. (2017). ¿Qué es la glucosa y cuál es su función?
https://www.healthline.com/health/es/glucosa
Gobierno de México. (2025). ¿Qué hace el azúcar en mi cuerpo? Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
https://www.gob.mx/issste/es/articulos/que-hace-el-azucar-en-mi-cuerpo
Diario AS. (2022, 13 de febrero). La OMS establece cuánto azúcar podemos tomar
al día. https://as.com/diarioas/2022/02/13/actualidad/1644746779_138858.html