5 claves para ser fitness

 

Incorpora pequeños cambios a lo largo de las primeras semanas. Si nunca has hecho ejercicio, comienza caminando, no te pegues una paliza el primer día. Una vez que tengas algo de forma, ve al gimnasio y comienza a familiarizarte con las máquinas. Una vez las tengas dominadas, sigue con peso libre. Cuando domines un cambio, pasa al siguiente. Puede que te lleve más tiempo, pero tu cambio va a ser más permanente.

 

 

Un 80% de tu comida debería ser comida real. Haz tu lista conforme a ese porcentaje y reserva ese otro 20% para darte algún capricho. Evita ultraprocesados y aumenta la cantidad de verdura, proteína y grasas buenas.

 

Mira en qué estás fallando y apúntalo en un papel. Escribir a mano ayuda mucho a fijar e integrar conceptos. Cuando ves en qué fallas puedes saber cómo solucionarlo.

 

Enfócate en cómo te vas sintiendo, cómo están tus emociones, tu seguridad, cómo son tus pensamientos (positivos o negativos). El peso no siempre va a reflejar tu progreso de manera objetiva. Puedes fijarte en tus medidas, en cómo te queda la ropa, en tu porcentaje de grasa, pero sobre todo en cómo te sientes.

 

A veces el cuerpo tarda en reaccionar y eso puede llegar a desanimarte. Cada cuerpo y cada metabolismo es distinto, por eso tienes que aprender lo que te funciona mejor a ti. Pero, sin duda, tienes que darte tiempo.

 

 

Compártelo con gente que te apoya y te ayuda, que te recuerda tu meta cuando estás a punto de flaquear. Y si puedes hacerlo con alguien, mejor que mejor, porque así puedes hablar del tema.

 

Recuerda que el camino hacia un estilo de vida fitness no es una línea recta. No todos los días estamos igual, y la fuerza de voluntad se agota. Por eso, cuidar tu entorno, alejar tentaciones y adaptarte a una rutina de alimentación y ejercicio que te sean fáciles de seguir es imprescindible.